Flashmob

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Reflexión del Domingo de Ramos

¿Qué es un flashmob? Es un acto por el cual, una multitud que se convoca, especialmente, por medio de las redes sociales, realiza un acto en un lugar público. La finalidad principal es el entretenimiento. Y, una vez concluida la puesta en escena, todos se dispersan. Es, haciendo honor a la traducción del término en inglés, una flash, una instantánea de una multitud (mob) que irrumpe, actúa y se va. Esto del Flashmob, tal vez hoy nos ayude a pensar acerca de lo que celebramos, no sólo hoy, sino toda esa semana.

Este Domingo de Ramos, puerta de entrada en la Semana Santa, volvemos a ponernos delante de los acontecimientos más importantes para nuestra vida cristiana. Pasamos, rápidamente, de un momento de gloria a un momento de aparente muerte y fracaso. Sabemos que estos hechos de la vida de Jesús no se sucedieron al ritmo de la liturgia, pero sí tomamos conciencia de lo que Cristo aceptó vivir y padecer. De repente puras alabanzas y después gritos de muerte.

Conocemos la vida de Jesús y, visto desde lejos y sin poner delante nuestra vida de creyentes, podríamos decir que es incomprensible que un hombre que vivió, decididamente, amando a las personas y haciéndoles el bien, haya terminado en crucifixión. A nosotros no se nos ocurriría condenar a un hombre que sólo reporta bien para todos, ¿verdad?

¿Cómo es que pasó todo esto? ¿Cómo se entiende?

Tal vez sería bueno pensar, a las puertas de esta santa semana, que la aceptación de estos hechos, especialmente la muerte, por parte de Cristo, no son la condición inevitable para nuestra salvación. Es que cuesta creer eso que hemos repetido muchas veces: Él tuvo que morir para que seamos salvados y perdonados. Esto nos produce cierta contradicción si pensamos en que Jesús siempre quiso la vida, no la muerte. De hecho el domingo pasado vemos cómo le devuelve la vida a Lázaro.

Esto que acabamos de escuchar en la lectura de la pasión de Cristo, y que volveremos a meditar estos días, se debería entender como la consecución y el convencimiento que tiene Jesús de su mensaje y forma de vivir, que hasta es capaz de entregar su vida con tal de demostrar el amor de Dios por nosotros. Ese mismo amor que Cristo vive y siente por la humanidad. Basta de pensar que acepta morir para que se nos perdonen los pecados. Sería bueno aprehender, en el corazón, que Su amor es tan incondicional que acepta pasar por la muerte.

Y aquí estamos nosotros. Ante esta realidad que no puede menos que interpelarnos. Y la decisión, aunque nos lleve tiempo asumirla, está en vivir nuestra vida tipo flashmob o como Jesús nos enseña con su ejemplo.

Vivir tipo flashmob es, en nuestra vida de cristianos, caminar nuestra existencia con algunas intermitencias, actos, flashes, que demuestran nuestra vida con Dios, para después seguir nuestros propios caminos, como si nada hubiera pasado.

O también podemos optar por vivir como Jesús nos enseña: Amando, en tal medida, que seamos capaces incluso de dar la vida por amor y por se fieles al amor a Dios y a las personas. Esto, tal vez, se nos haga más sencillo de entender cuando pensamos que, hay padres que llegan a pedir a Dios que se los lleve a ellos y no a sus hijos que a lo mejor están sufriendo con peligro de muerte. Eso se hace únicamente por amor.

¿Queremos vivir en modo falshmob, hoy, Dios mí, te alabo, mañana ya no me acuerdo, hoy te saco de mi vida, mañana te acepto otra vez? ¿O preferimos vivir en una opción continua del amor verdadero, como el que tiene Dios por nosotros?

Aprovechemos esta semana para entender este gran acto de amor por parte de Jesús, que es Dios.

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